autobiográfia no formal

A los 13 años vendía jugos de naranja“Tampico” con mi tía en la ciclovía los domingos. Luego como a los 15, al salir del colegio, trabajaba en un restaurante de comida llanera, como “acomodador de carros”,….. ah tiempos aquellos, con mi amigo Camilo nos conseguimos ese trabajo, porque la profe de filosofía era la hermana del dueño y un día nos propuso trabajar allí; y aceptamos. Al poco tiempo me ascendieron a mesero, y comí mucha mamona (así le llaman a la carne de los terneros que aun están “mamando” de su madre) hasta que el restaurante quebró. Seguí mi vida de niño normal. Luego, trabajé como mensajero, pero me tocaba repartir más de 100 sobres al día, en mi bicicleta cross de freno coster. Fisicamente no aguanté y dejé ese trabajo. Además no me pagaban bien; ni siquiera para despinchar la bicicleta.

Me sentí grande a los 16 años, mi cargo era “Promotor de publicidad” (mejor dicho vendedor puerta a puerta), me tocaba caminar todo el día vestido de smoking con una carpeta en la mano vendiendo cupones promocionales para el parque de atracciones Camelot. Y si vendía más de 10 en un día decían que hacía un Campanazo, , que uno iba y tocaba una campana y era una fiesta total porque le celebraban y aplaudían por ese “gran” logro. El caso es que me aburrí de no hacer campanazos, pero siempre estuve cerca.

“Acá no se gana pero se goza”, decían.

Luego trabajé en “La casita de la U”, una papelería al frente de la Universidad  “El Poli” como digitador y le empecé a ayudar a los estudiantes de Publicidad y Medios Audiovisuales a hacer los trabajos que les daba pereza hacer. Una vez, una muchacha me dijo que no tenía plata, pero que si le podría ayudar con el trabajo, y pues como no estaba ocupado le ayudé.

Como a las dos semanas volvió ella agradecida por su buena nota y me contactó con un amigo publicista de ella que necesitaba a alguien por tan solo 2 meses para unas cositas pequeñas, no pagaba mucho, pero el trabajo me servía.
Trabajé por más de año y medio con él, ganando muy poco, pero aprendiendo más que en cualquier otro lugar.

Giovanny no se daba cuenta pero en la agencia aprendí tanto que aprendí bien como era el negocio. Aprendí a negociar; supe manejar edición de video, diagramación, animación, corel, pagemaker, flash, illustrator, photoshop, todos los programas, edición de fotografías, a tomar fotos, incluso aprendí un poco de 3D. Estaba rodeado de gente que sabía mucho.

Bueeeno, después de ese tiempo llegó la hora de coger otro rumbo cuando mi primo en Panamá (quién por coincidencias de la vida era amigo de Giovanny) me propuso trabajar para la empresa de él, pero desde acá, Bogotá. (Planet Design Pty)

Y yo como no tenía un buen computador, y él dijo que me enviaba uno prestado, pues acepté y trabajé unos 8 meses a distancia, ganando en dólares. Poquitos, pero dólares.
Acá entre nos, yo hacía mis trabajitos freelance a escondidas, sin que Carlos Andrés se diera cuenta. Núnca me pilló pero siempre lo sospechó.
Un día mi amigo Morris me contactó con un tío de él, quien tiene una empresa de colchones bastante reconocida y a los dos días siguientes ya estaba yo trabajando en Paraíso.

A mi primo no le gustó la nueva noticia, pero yo necesitaba más dinero. La universidad no era costosa, pero yo no tenía dinero. En Colchones Paraíso trabajé alrededor de un año. Me trataban muy bien, todos los días me llevaban desayuno a mi puesto de trabajo y don Manuel era buena persona. La gente decía que yo era el consentido.

Nuevamente otro amigo (Armando Acosta, quien es un muy buen amigo mío y quien me enseñó las bases de la fotografía), me conectó con una agencia de publicidad, me pagaban menos, pero el trabajo era mucho mejor y la experiencia también. Allá manejábamos clientes como FOX, TV Cable, y otros que no me acuerdo el nombre. Era un buen ambiente. Hasta que tan solo 15 días después de haber empezado, dos personajes de los que trabajaban allá me hicieron una broma muy pesada que incluso me da pena contar. Renuncié de inmediato. Era 2 de mayo de 2007, un día antes de mi cumpleaños número 22., me independicé de una vez por todas. Dejé de ser empleado y ahora trabajo para mí, con mi propio tiempo y espacio, y estoy seguro que jamás me voy a regañar, ni a gritar, ni mucho menos a echar porque no me quiero autodesemplear. El primer mes fué muy duro porque aun no tenía trabajos constantes y se me iba el dinero que conseguía en los buses. Luego la cuestión fué mejorando al punto de no dar abasto y tener tanto flujo de trabajo que empecé a incumplir. Me estaba enloquciendo.
Pero como la vida le enseña a uno cosas. Pues aprendí a trabajar mejor, cobrando bien y haciendo las cosas mejor.

En varias ocasiones me ofrecieron buenos empleaos fijos, con buenos sueldos. Pero como dice mi mamá “Untado el dedo, untada la mano”. Ya no me iba a echar para atrás en mi decisión de independizarme por completo. Y hasta el momento he cumplido mi palabra.

Me gustó mucho la fotografía, desde el momento en que ví a mi papá sacando de su armario una Camara Reflex de 35mm análoga. Pesaba mucho, entonces era buena, y fina. Y también me mostró una cámara de espía maca , que la compró por allá en el viejo continente y no la pudo usar acá en Colombia porque no se conseguía ese rollo. Entonces yo con recelo la guardé por ahí y en varias ocasiones la llevaba al colegio alardeando de “mi nuevo juguete”.

Toda la vida me ha gustado la fotografía y a veces me pagan por eso, Otras veces no. Otras lo hago de puro hobby. Otras veces porque si no trabajo no como. Aunque confieso que he dejado de comer o comprarme ropa que necesito por comprarme un filtro o un cable o algo para tener mis herramientas de trabajo completas.

Los accidentes de la vida me llevaron a trabajar con fotógrafos bastante reconocidos en Colombia, Mauricio Velez quiene es fotografo de moda y actualmente reside en NY, también para Jacques Osorio Anastasiu quien es fotógrafo aéreo y cineasta, y actualmente con Raúl Higuera quien también es fotógrafo de moda, de los mejores de Colombia si no es que es el mejor en mi opinión y actualmente reside entre Paris, NY y Bogotá. A Raúl le he aprendido muchas cosas.
La ventaja de trabajar de asistente de ellos, y de otros fotógrafos más, es que he aprendido lo que se debe y lo que no se debe hacer. Aún les sigo aprendiendo muchisimo, más que en la misma Universidad.

Estudié diseño grafico, y lo ejercí, hasta antes de independizarme. Me sirvió para fundamentar y reforzar las bases de la fotografía, así como el dibujo, la pintura, el estudio de la anatomía humana, composicion, colores, etc.

Pero la fotografía me la ha ido enseñando la misma vida. (y por supuesto las personas que me rodean).
Busco en la fotografía quedarme con algo de los demás… Algunos dicen que es el alma, otros el reflejo de la conciencia, para otros simplemente es un papel con una imagen. Otros dicen que es arte otros que no es arte y se ofenden cuando las comparan.
Para mi la fotografía es un modo de vida, un estilo de vida.

Y sí, ahí voy yo. Sin pena ni gloria. Tomando fotos, aprendiendo de los errores y de la vida y sonriendo y diviertiendome, porque si no me divierto no trabajo y si no trabajo no como y si no como pues no existo y si no existo este cuento sería tan solo el sueño de un ser anónimo enfermo de la vida y alegre de sentirla.

Ahh, y cuando crezca quiero ser fotógrafo!!

 

Junio de 2009

 


 

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